Tienes que haber visto a alguno
alguna vez. Y si no, puedes considerarte una persona con suerte. Tal vez algún
día lo hagas, tal vez no. Pero créeme, es una experiencia que yo nunca desearía
a nadie. Lo peor de todo es saber que ellos están ahí, acechando en los rincones,
espiándote y quizá dispuestos a hacerte daño. La gente sombra.
No te estoy hablando de ninguna
fantasía inventada o una pesadilla. Aunque muchos creen que efectivamente, solo
se trata de un mal sueño. Suelen ver esas sombras espantosas justo cuando están
en esa etapa que surge entre el sueño y la vigilia, y el cuerpo experimenta una
parálisis espantosa que te impide pensar ; aunque la verdad es que no hace
falta estar medio dormido para verlos. Con suerte (mala suerte, desde luego),
captarás a alguno por el rabillo de ojo o al voltear rápidamente hacia una
esquina.
Cuando menos te lo esperes, uno
de ellos estará ahí, esperando para acecharte. Existen muchas explicaciones
acerca de la gente sombra. Algunos dicen que son entidades malévolas, que están
aquí para alimentarse del miedo de la gente, si buscas en Internet, encontrarás
múltiples experiencias de personas que juran haber visto a una de estas sombras
y de cómo intentaron atacarles. La mayoría de quienes creen en los sucesos
paranormales sin embargo, solo afirman que estos seres son como nosotros,
pueden ser buenos o malos, pueden ser incluso neutrales. Aunque nadie sabe a qué
vienen.
Otra teoría más interesante, es
la que afirma que esas sombras vendrían a ser el reflejo de personas que
habitan en una dimensión paralela, la cual de vez en cuando se llega a
entrecruzar con la de nosotros. He de admitir que me gusta más esta última
explicación, es más reconfortante pensar en seres humanos paralelos, que en
entidades demoníacas que podrían causarte algún daño.
Sin embargo, no puedo creer del
todo esta alternativa, no después de lo que me sucedió. Estaba plenamente
consciente aquella noche, había terminado de escribir un exhaustivo ensayo para
mi clase de filosofía y me moría de ganas por ir a la cama, los exámenes
finales eran los más pesados, fue entonces cuando, no sé por qué, tuve el
presentimiento de que no estaba solo en mi habitación.
Un escalofrío me recorrió la
espina dorsal, recuerdo que recorrí con los ojos todo mi cuarto, iluminado
apenas por la lámpara de mi escritorio. Me dije que era un tonto por pensar en bobadas
y decidí a acostarme, entonces lo vi, creí que era mi sombra, pero no. Era la
sombra de un hombre con un sombrero, estaba justo detrás de mí y aunque no
tenía rostro, tuve la certeza de que me estaba mirando. La silueta pareció
crecer y extenderse en dirección hacia mí, cuando en un parpadeo, simplemente
desapareció de mi vista. Mi sombra era lo único que volvía a ocupar el
dormitorio. Sin embargo, desde esa noche no he podido dormir tranquilo, pues sé
que eso sigue en casa.
Documento tomado de https://miscuentosdeterror.com/la-gente-sombra/
Documento tomado de https://miscuentosdeterror.com/la-gente-sombra/
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